Arqueología

Las intervenciones arqueológicas programadas en LOGROTIN remiten, en primera instancia, al Cerro de San Cristóbal. Entre junio-julio de 2016, se prevé realizar una campaña de excavación geominera y arqueológica. La actuación geominera consistirá en la apertura mecánica de una o dos zanjas, de anchura y longitud variables, con el fin de detectar rastros de minería protohistórica. Se trata de ver el zócalo, tanto en el fondo como en las paredes de las zanjas, para obtener amplias secciones de terreno. Debido a las profundas alteraciones provocadas por las labores de los años 1950-1962, este aspecto constituye sin duda uno de los objetivos de más difícil resolución en el presente proyecto. De forma paralela, se proyecta ampliar la excavación de algunas áreas conocidas con la pretensión de recuperar más evidencias arqueológicas y bioarqueológicas con las que enriquecer el conocimiento de los espacios de habitación y actividad minero-metalúrgica de este enclave. Por último, se sopesará la pertinencia de consolidar y/o restituir las estructuras que puedan descubrirse.

A mayor escala, se ha programado a lo largo de 2016 una prospección arqueológica selectiva del eje "Logrosán-Medellín" (valle del río Ruecas y entorno), considerado como ruta natural teóricamente más adecuada para la imbricación de la producción minero-metalúrgica del Cerro de San Cristóbal en las interacciones Tajo-Guadiana y, en última instancia, en las redes de intercambio tartésicas.